Artefactos Digitales

Imagina un artefacto físico. Digamos una moneda rara, guardada de forma segura durante muchísimos años en el oscuro y secreto escondite de un tesoro vikingo, ahora desenterrado por tus propias manos. Esta moneda…

...tiene un dueño. Tú. Mientras la mantengas a salvo, nadie puede quitártela.

...está completa. No le falta ninguna pieza.

...solo puede ser modificada por ti. Si fueras comerciante y llegaras a la China del siglo XVIII, solo tu podrías marcarla con tu sello personal.

...solo tú puedes deshacerte de ella. La elección de venderla, intercambiarla o regalarla es tuya y de la persona que elijas.

¿Qué son los artefactos digitales? Pues simplemente, son el equivalente digital de los artefactos físicos.

Para que algo digital sea un artefacto digital, debe ser como esa moneda tuya:

  • Los artefactos digitales pueden tener dueño. Un número no es un artefacto digital, porque nadie puede ser dueño de él.

  • Los artefactos digitales están completos. Un NFT que apunta a contenido fuera de cadena alojado en IPFS o Arweave está incompleto, y por lo tanto no es un artefacto digital.

  • Los artefactos digitales son sin permiso. Un NFT que no pueda ser vendido sin tener que pagar regalías no es sin permisos, y por lo tanto no es un artefacto digital.

  • Los artefactos digitales no pueden ser censurados. Puede que hoy en día se permita cambiar la información en una base de datos centralizada, pero tal vez mañana no sea posible, por lo tanto, no puede ser un artefacto digital.

  • Los artefactos digitales son inmutables. Un NFT con una llave de actualización o dinámico no es un artefacto digital.

La definición de un artefacto digital tiene la intención de reflejar lo que deberían ser los NFTs, y lo que siempre serán las inscripciones debido a su naturaleza.